Circos: El show del maltrato animal
- julietsanna
- 25 may 2015
- 2 Min. de lectura

El colorido y la parafernalia de los circos distrae la atención sobre el maltrato y abuso de los animales que mantienen cautivos. A pesar de que muchos niños sueñan con poder unirse a un circo, sus animales darían lo que no tienen para poder escapar de éstos. Si salieran a la luz las atrocidades que se llevan a cabo con los animales en los circos, como las formas de captura, entrenamiento, y “retiro”, inmediatamente perderían todo atractivo.
Sin fondos, no hay diversión
La mayoría de los circos no cuenta con suficiente dinero, por lo que los animales no suelen recibir los cuidados necesarios. Los animales de circo, que en su gran mayoría son muy activos por naturaleza, son forzados a pasar la mayor parte de sus vidas en pequeñas jaulas y únicamente son sacados por períodos de tiempo cortos, para actuar. El Acta de Bienestar Animal (AWA) exige que los animales enjaulados tengan espacio suficiente para poder estar parados y voltearse. Ni siquiera estas facilidades básicas se cumplen. En sólo un año, los circos Ringling Bros y Barnum & Bailey, fueron denunciados 65 veces por violaciones al Acta de Bienestar Animal.
Un defensor de los animales, que trabajó encubierto en un circo, se sorprendió al descubrir que durante las giras, los animales ni siquiera recibían la cantidad de agua suficiente. En sus giras, los circos pueden visitar alrededor de 150 ciudades en un año, y una provisión de agua limpia no siempre se encuentra en cada localidad. Como resultado, se limita el agua a los animales, y la limpieza de éstos y sus jaulas se posterga, actuando contra aquellos animales, como los elefantes, que les gusta bañarse (y así lo hacen en libertad) muy seguido. La comida, al igual que el agua, también es limitada.
Climáticamente, el ambiente del circo es muy distinto al del hábitat natural de los animales cautivos. Los calurosos días de verano son una tortura para animales como los osos, mientras que otros, como los leones, sufren sobremanera en los meses de invierno. George lewis, quien viajó una temporada con el circo Ringling Bros, cuenta: “cuando fuimos a descargar las jaulas de los elefantes, descubrimos que el viaje había sido demasiado agotador para una de las elefantas más viejas, Queen. Se encontraba muerta dentro del vehículo”. Los veterinarios especializados en animales exóticos, no siempre están presentes o disponibles, por lo que muchos animales han muerto por falta de atención médica apropiada.
Durante el período que los circos están fuera de temporada, los animales son mantenidos en las mismas jaulas donde son transportados o dentro de los camiones. Muy pocos circos tienen los recursos o la voluntad de poner dinero en refugios para estos animales, debido a que este tiempo de descanso es muy corto. Este confinamiento provoca en los animales graves daños tanto físicos como psicológicos.
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